Juan Carlos Galli, de 52 años, había autorizado que máximo medio centenar de personas llegaran a celebrarle el cumpleaños de su hija, pero se disgustó tanto por el exceso de asistentes, que su corazón no aguantó la rabieta, reporta el portal Capital.

Dentro de las personas que llegaron, hubo mucho colado, pues llegaron personas que la homenajeada jamás había visto, lo que hace suponer que los mismos asistentes convocaron a otros jóvenes mediante la herramienta Whatsapp, informa SDP Noticias.

El padre de la ‘cumpleañera’ entró en cólera cuando notó que la mayoría de jóvenes que seguían llegando a la fiesta venían bastante borrachos, tras lo cual les dijo que se retiraran y procedió a cerrar las puertas para impedir el ingreso de más personas.

Sin embargo, muchos de quienes se estaban quedando por fuera comenzaron a colarse por otros sitios del edificio y amenazaron con romper todo a patadas; fue allí cuando el anfitrión se desvaneció y murió en el acto, víctima de un infarto.

El diario Clarín destacó que luego de la muerte de Galli, su hija escribió en Instagram un homenaje póstumo para su padre en el que le decía que siempre sería su “ejemplo a seguir”.

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