En Octubre de 2014, Jenna Driscoll fue incriminada por haber abusado del animal en varias ocasiones. Sin embargo, el juez del caso afirmó que la mujer había sido impulsada por su novio para cometer el acto. El caso sucedió en Brisbane, Australia, según The Sun.

Driscoll inicialmente había sido encontrada culpable de zoofilia (en este caso, relaciones con su perro de raza pitbull), por lo que le tocó enfrentar varios juicios por haber cometido este delito. Pero tras dos años de investigación, el juez Terry Martin concluyó que “la conducta se produjo en el contexto de que el compañero de la mujer buscaba ser excitado al mirar semejante acto atroz”, según informó el Courier Mail.

Luego de escuchar las declaraciones del juez, la joven aseguró “estar muy arrepentida” y afirmó que su vida se veía arruinada luego de que el caso se hizo público. Tan avergonzada se sintió Driscoll, que debió abandonar La Universidad del Sur de Queensland donde estudiaba, de acuerdo con el Mail Online.

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