Por eso, el pequeño Christopher usaba tanque de oxígeno, se movilizaba en silla de ruedas e incluso estuvo conectado de un tubo directamente al intestino delgado para poder alimentarlo por allí, cosa que le valió una infección. La mujer también hizo que el niño estuviera en lista de espera para un trasplante de pulmón y afirmaba que tenía cáncer.

La mujer, arrestada el pasado 6 de diciembre por maltrato, podría padecer del síndrome de Munchausen, que hace que las personas que cuidan niños se inventen (y hasta produzcan) síntomas falsos para que parezca que el menor está enfermo, explica El País, de España.

A lo largo de la corta vida del niño, Kaylene Bowen aceptó varias campañas para recoger dinero para llevar al niño a la playa porque supuestamente le quedaba “poco tiempo de vida”, y para recoger fondos para combatir una enfermedad que estaba acabando con él, agrega The Huffington Post.

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Mientras eso pasaba, Ryan Crawford, el padre del pequeño, trataba de convencer a la justicia de que su hijo en realidad no estaba enfermo. Además, decía que desde 2012 no lo habían dejado ver a Christopher. La madre del niño, por su parte, argumentaba que su expareja no se preocupaba por el menor, informó Star Telegram.

El asunto tomó un giro en noviembre pasado cuando el Child Protective Services (CPS, Servicios de Protección Infantil) recibió un reporte de un médico que decía que la mujer le había asegurado que su hijo había sufrido un ataque, pero un examen posterior determinó que en realidad eso no había sucedido. La mujer también se negó a suspenderle los medicamentos, a pesar de la orden médica que así lo pedía.

Por eso, se dio inicio a una investigación, que llevó al arresto de la mujer por parte de la policía de Dallas. El niño, por ahora, está en un centro de acogida, y su padre está tratando de familiarizarse con él. Además, peleará por ganar su custodia.