Karamjit Sangha, la propietaria, se tomó el robo tan tranquilamente que decidió que no iba a dejar de tomarse su té, pero el ladrón, identificado como Stuart Gleeson, no parecía dispuesto a esperar, informa el Telegraph.

“Me dijo que dejara el té y le diera el dinero. Le dije ‘Ok’ y levanté el bisturí y se lo mostré. No lo hubiera herido pero fue suficiente para asustarlo. Comenzó a temblar y salió corriendo”, dijo Sangha.

Luego del suceso, Gleeson fue acusado de intento de robo y posesión de un cuchillo. Fue condenado a 5 años de cárcel, incluyendo una sentencia de 6 meses por posesión de dinero falsificado.

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