La mujer, que ya se había declarado no culpable, ahora admitirá su responsabilidad luego de llegar a un acuerdo con los fiscales federales, dijo una portavoz de la Oficina del Fiscal de Estados Unidos en Rapid City, informa People.

En un comunicado escrito, la mujer dice que perdió la cordura cuando llegó a su casa y encontró que el niño había mojado la cama. Luego, admitió que lo golpeó con un cinturón, lo tiró a piso y lo golpeó en repetidas ocasiones en el abdomen, dice Fox.

Shangreaux aceptó que su ira fue aún más grande luego de que el bebé supuestamente la mirara mal y la llamara “Angie”, nombre de una familiar que lo había cuidado por más de un año hasta que ella recuperó la custodia del menor -la había perdido-, en junio de 2016.

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Según la versión de la acusada, ella había consumido alcohol y medicamentos antes de la brutal agresión. Además, dijo que había dejado de golpear al niño cuando se dio cuenta de que la estaba “mirado diferente” y se dio cuenta de que le había hecho un grave daño. Luego, Shangreaux llamó a su mamá y llevó al niño a un hospital, donde lo declararon muerto.

Por otra parte, el padre del niño está en la cárcel por presuntamente haber asesinado al medio hermano de Kylen (hijo de él con otra mujer) en abril de 2015.

La mujer admitió crimen en segundo grado (antes la había acusado de crimen en primer grado, algo que ella rechazó), lo que implicaría una pena de cadena perpetua, una multa de 250 mil dólares (casi 700 millones de pesos colombianos) o las dos cosas. Por ahora no se sabe cuándo se conocerá la sentencia, dice CBS.