Ella, su esposo Eric Klein y su hijo de 10 años, Isaac, emprendieron el pasado 22 de diciembre un viaje en carro al Parque Nacional del Gran Cañon, en Arizona (Estados Unidos), indica Wtop.

Una de las vías de acceso había sido cerrada por la nieve, por lo que decidieron usar el GPS para encontrar una salida. Sin embargo, el vehículo quedó atascado en la nieve, no había señal de celular ni ninguna persona cerca.

Por eso Karen, que había tomado clases de supervivencia y era una atleta de triatlón, decidió encarar las bajas temperaturas y buscar ayuda. Llegó a una autopista pero esta también estaba cerrada por la tormenta. Solo tenía un poco de agua y de comida, pero siguió su camino.

Por su parte, Isaac y Eric lograron ser rescatados porque pudieron salir del carro, escalar un cerro y emitir una señal de alerta con su celular. Cuando los encontraron estaban casi congelados y debieron enviarlos rápidamente a urgencias, explica Infobae. 

Solo hasta el 24 de diciembre los rescatistas encontraron a la madre refugiada en una cabaña de madera. Había recorrido cerca de 30 millas y logró llegar hasta el norte del Gran Cañón, esto bebiendo su propia orina y comiendo ramas de árboles.

Karen Krein, que es profesora de biología, se está recuperando en un hospital de Utah, y, posiblemente, deberán amputarle algunos dedos del pie, pues por unos kilómetros caminó sin un zapato en la intensa nieve.

LO ÚLTIMO