El proyecto situado en la provincia de Attapeu, cerca de la frontera con Vietnam, se derrumbó en la noche del lunes y liberó 5.000 millones de metros cúbicos de agua. Seis aldeas se inundaron y “varias casas fueron destruidas”, precisó la agencia oficial del régimen comunista.

La administración de la provincia de Attapeu, donde se construía la represa, ha pedido asistencia humanitaria básica para los afectados.

Esta represa, de una potencia de 410 megavatios, es una obra de más de mil millones de dólares y está en construcción desde 2013 y se tenía previsto operar este año con una producción anual de 1.860 GWh.

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Varias decenas de represas están actualmente en construcción en Laos, que exporta la mayoría de su energía hidroeléctrica hacia los países vecinos, en particular Tailandia a donde llegaría el 90 % de la energía producida.

Desde hace años, las organizaciones de defensa del medioambiente han expresado su preocupación por las ambiciones hidroeléctricas de Laos, especialmente por el impacto de las represas sobre el río Mekong, su flora y su fauna, así como sobre las poblaciones rurales y las economías locales.

Detrás de este proyecto está Xe Pian-Xe Namnoy Power Company (PNPC), una coempresa formada por la compañía tailandesa Ratchaburi Electricity Generating Holding, la surcoreana Korea Western Power y la laosiana Lao Holding State Enterprise.