Este tipo de tragedias se producen con relativa frecuencia en Pakistán, oficialmente una república islámica en la que la venta de alcohol está prohibida para la mayoría musulmana, pero los cristianos y los extranjeros no musulmanes pueden adquirir un carné que les permite comprar alcohol a precios muy elevados.

AFP.

El pasado marzo un centenar de personas resultaron intoxicadas, de las que 45 murieron tras consumir alcohol adulterado en el sur del país.

El licor puede ser conseguido en el mercado negro a altos precios o en destilerías clandestinas de dudosa fiabilidad.

Con EFE y AFP.

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