Allí imprimían y entregaban visados falsos, informó este lunes el Departamento de Estado.

El portavoz Mark Toner precisó que nadie entró en Estados Unidos con una de estas visas falsas, reproducidas a partir de documentos reales obtenidos por los estafadores.

“Hoy en día es muy, muy difícil falsificar visas estadounidenses, por lo que la operación fracasó”, aseguró Toner.

Al ser preguntado sobre la capacidad de esta falsa delegación diplomática para funcionar durante tanto tiempo, el vocero explicó que las víctimas de este fraude estaban demasiado avergonzadas como para denunciar.

“Fueron engañadas, pero uno no va corriendo a la policía para decir que obtuvo un falso visado estadounidense ilegalmente”, señaló.

De acuerdo con un documento del mes pasado del Departamento de Estado, la falsa embajada no recibía visitas, sino que sus empleados se desplazaban a regiones remotas de África occidental para captar a los potenciales clientes.

El “personal” de la embajada, gánsteres turcos y ghaneses, enviaban a sus clientes a Accra, los alojaban en un hotel y les cobraban hasta 6.000 dólares (5.575 euros) por los documentos falsos.

Las fotografías de esta falsa embajada muestran un ajado edificio con una triste fotografía de Barack Obama en la pared.

Por el contrario, la verdadera embajada estadounidense se encuentra en un imponente edificio de un bonito barrio de Accra, con seguridad y rodeada de otras sedes diplomáticas.

Un informador alertó también a las autoridades locales sobre una falsa embajada holandesa en Accra, sobre la que hay una investigación en marcha, precisó a la AFP una portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Holanda, Daphne Kerremans.

AFP

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