La mujer, de 23 años, fue encontrada muerta el sábado pasado en el exterior de su domicilio, en el céntrico barrio de Nápoles de la capital mexicana, como “consecuencia de una precipitación” desde la azotea, según indicó la Fiscalía capitalina.

El primer examen toxicológico reveló que no había consumido ni alcohol, ni marihuana, ni cocaína, y por ello se determinó hacer un segundo examen sobre una veintena de drogas sintéticas.

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La Fiscalía especificó que no hay una fecha precisa para conocer el resultado de estas pruebas.

En entrevista con el diario El Universal, el subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales de la Fiscalía de la capital, Edmundo Porfirio Garrido, detalló que hasta el momento todas las pruebas indican que la joven subió sola al tejado, ya despojada de su ropa, y se lanzó al vacío.

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Agregó que hasta el momento todo parece indicar que se “encontraba sola” cuando se precipitó desde el edificio.

Según mensajes de voz de conocidas de Stephanie, que en su última noche salió de fiesta a una discoteca, a la joven la drogaron y por eso “se estaba quitando la ropa”.

Y ella no era una niña que se drogara con otra cosa que no fuera marihuana, y esto sí te lo puedo asegurar, no tengo ni la menor duda. La drogaron cabrón (mucho) con algo muy fuerte”, reveló una de sus amigas.

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