En la ceremonia del funeral, el expresidente estadounidense Bill Clinton se refirió a él como “un soldado universal de nuestra humanidad común”.

El cortejo con los restos del boxeador recorrió su ciudad natal de Louisville y culminó con una ceremonia pública, antes de ser sepultado en la más estricta intimidad familiar.

Clinton y el comediante Billy Crystal leyeron discursos fúnebres.

“Todos tenemos una historia con Ali. Es el regalo del que todos tenemos que sentirnos mas honrados hoy”, apuntó Clinton. “Siempre voy a pensar en Mohamed como un hombre de fe, verdaderamente libre”.

La ceremonia, que comenzó con un canto del Corán, cerró dos días de homenaje al tres veces campeón mundial de los pesos pesados, que falleció hace una semana a los 74 años tras más de tres décadas de intensa lucha contra la enfermedad de Parkinson.

Distribuidas gratuitamente, las 15.500 entradas para la ceremonia se agotaron el miércoles en media hora.

Los que antes acudieron a su multitudinario cortejo lo hicieron en un ambiente festivo, aplaudieron, se tomaron fotos, lanzaron globos y entonaron al unísono el nombre de Ali en una larga mañana soleada.

La procesión arrancó cerca de las 10H30 locales (14H30 GMT), casi una hora después de lo planeado, y recorrió 30 emblemáticos kilómetros por la ciudad de la infancia de “El más grande”.

Durante más de dos horas, el féretro avanzó despacio por la ciudad de Louisville, de 600.000 habitantes, en el estado de Kentucky, donde nació el astro del boxeo y defensor de los derechos civiles.

El cortejo pasó por delante de la casa en la que creció, por el Ali Center y el Center for African American Heritage -que destaca la vida de los negros en Kentucky- y por el Bulevar Mohamed Ali, antes de llegar al cementerio Cave Hill, donde fue sepultado en presencia de sus seres más cercanos.

La procesión contó con una veintena de limusinas que transportaban a los hijos y los nietos de Mohamed Ali, así como a las personalidades encargadas de llevar su féretro.

– Un héroe universal y polifacético -Entre los miles que se congregaron al borde de las avenidas se encontraban personas llegadas desde África o Asia.

El presidente Barack Obama no asistió (porque acudió a la graduación de su hija), pero envió un mensaje leído durante la ceremonia en honor a un hombre que dijo fue para él un “héroe personal”.

Toya Johnson, una mujer negra que reside en el barrio en el que creció Ali, acudió a este último homenaje con una camiseta con la imagen de la leyenda.

“He llegado a las 07H00 para estar segura de poder situar mi silla en la sombra. Estoy orgullosa de estar aquí”, confió la mujer a la AFP.

“Encarnaba la esperanza para todo este barrio, los jóvenes siempre le han tomado como ejemplo”, añadió.

El boxeador con paso de bailarín y puños de acero descansará en la ciudad donde nació, en el corazón de un país que lo vilipendió o lo idolatró, de acuerdo a los tiempos.

Tras haber crecido bajo la segregación racial en una ciudad donde los lugares públicos le estaban prohibidos, era imperativo que hiciera allí su último trayecto, tomando prestado el boulevard que lleva el nombre que él mismo escogió al convertirse al Islam.

El entierro, en presencia de los hijos de Ali, se hizo en absoluta intimidad. El actor Will Smith y los excampeones mundiales de boxeo Lennox Lewis y Mike Tyson cargaron el ataúd junto a otras cinco personas en el cementerio Cave Hill.

En ese enorme espacio verde está igualmente sepultada Patty Hill, quien escribió la célebre canción “Happy Birthday”, conocida en el mundo entero. Será como un guiño a la universalidad del legendario boxeador.

Un “mecenas generoso”, cuyo nombre no ha sido revelado, había prometido recubrir de pétalos de rosas rojas la senda final hacia la tumba.

– “Volar como una mariposa” -Pero, en definitiva, ¿quién fue enterrado este viernes en Louisville?

¿Fue el pequeño Cassius Clay, conmocionado por el robo de su bicicleta? ¿el gigante del ring, que derribó a pesos pesados en los “combates del siglo”? ¿el obstinado adversario de la guerra de Vietnam? ¿el poeta que “vuela como mariposa (y) pica como abeja”? ¿el militante atraído por la radical visión de Malcom X? ¿O el pacífico humanista que pregonaba la tolerancia religiosa?

En rigor, fueron todos ellos en un solo hombre.

“Mi héroe estaba prisionero de su cuerpo”, dijo a la AFP Fred Dillon, un taxista de Louisville, en alusión a la enfermedad de Parkinson que durante tres décadas padeció Ali. “Ahora ya puede volar como una mariposa”.

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