Monroy admitió siempre haber asesinado a los uniformados en una tarde violenta de 2014 que comenzó en un estacionamiento de un motel, donde le disparó con un fusil semiautomático a una de las víctimas, el oficial del departamento del Sheriff de Sacramento, Danny Oliver.

La otra, detective de la oficina del sheriff del condado de Placer Michael Davis, murió durante una persecución, en la que Monroy hirió a otras 2 personas.

“Ojalá hubiera matado a más”,

expresó en una oportunidad. “Pronto me escaparé y mataré a más”.

El artículo continúa abajo

En el momento que el jurado leyó la sentencia, Monroy Bracamontes sonrió y aplaudió en silencio.

“Yo le sonreí de vuelta a propósito”, dijo la madre de Oliver, Jeri Oliver, citada por el Sacramento Bee.

“Es un ser humano asqueroso y malévolo y la pena de muerte es totalmente acertada”, dijo por su parte el sheriff de Placer, Devon Bell.

La última ejecución en California fue en 2006. Actualmente 746 reclusos están en fila para ejecución.

AFP