Medios de comunicación como The New York Times se preguntan qué fue lo que no vieron los medios respecto de la victoria de Donald Trump en las elecciones de EE. UU., que a todos tomó por sorpresa.

“Los periodistas no cuestionamos los datos de las encuestas cuando decían que Trump no lograría el triunfo ni en un millón de años”, dice Jim Rutenberg, de The New York Times.

John Herrman, también del ‘Times’, dice que mientras el Washington Post publicaba el video en el que Trump se vanagloriaba de asaltar sexualmente a las mujeres, las redes sociales atraían a millones de electores que pasaban desapercibidos a los ojos de los grandes conglomerados, lo cual fue otro error.

Otro error fue el de subestimar al magnate dados sus constantes desaciertos, metidas de pata, salidas en falso y palabras salidas de tono. Medio como el Huffington Post no lo bajaban de misógino, machista, racista, etc., para ridiculizarlo.

Incluso después de ganar las elecciones, el ‘Post’ siguió repartiendo ‘palo’ para el ahora electo presidente: “Elegimos saltar al abismo. Subestimamos lo inesperado y elegimos a Trump. Los que suceda ahora no se puede vaticinar. Estamos en aguas inexploradas. Pero si la pasada campaña es el prólogo de su gobierno, habrá cambios existenciales para el país”.

Finalmente, la prensa podría haber cometido el peor error de todos y es el de haberse ido ‘lanza en ristre’ contra Trump, de manera frontal, creyendo que con los no pocos escándalos y malas prácticas que le destaparon lo iban a tumbar; pero no, y ahora viene la retaliación.

El portal Slate dice que ahora son los periodistas quienes deben temblar con el poder de Trump y, aunque la libertad de expresión hace parte de la primera enmienda de la constitución de ese país, existen formas en que Trump podría perseguir a los comunicadores, como decretar una ley que les permita a los poderosos identificar y cuestionar a los reporteros que los investigan.

NBC News menciona lo que pudo ser otro olvido por parte de los medios en temas electorales, y es que los grandes conglomerados olvidaron mirar hacia el campo, a todos los millones de personas que no hacen parte de las grandes urbes pero que finalmente fueron quienes eligieron a Trump. Para los medios, esa población no fue tenida en cuenta.

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