Las razones que expusieron varios de los encuestados por Time Out son muy variadas. Van desde lo normal (excitación o pensamientos sexuales) hasta ser remedio para cosas que nunca nadie habría imaginado. Por ejemplo, uno de los encuestados admitió que:

Cuando estoy ‘enguayabado’ en el trabajo, masturbarme me ayuda a sentirme mejor. Mi récord es tres veces al día”.

Por su parte, una mujer aceptó que:

Lo hice una vez, pero no terminé. Tenía una reunión”.

Otra mujer dijo que, al usar aplicaciones para encontrar parejas sexuales, como Grindr:

Hay personas que piden fotografías traviesas y dicen lo que quieren hacer contigo. Eso tiende a… ditraerte”.

Sin embargo, no todos creen que masturbarse en la oficina es buena idea. Uno de los que se opone a la idea declaró que:

Dios mío, me dan ganas de vomitar y nunca más volver a salir de mi casa”.

Otro esgrimió razones de higiene y dijo que podría contraer una infección si lo hiciera.

Pese a lo polémico que pueda llegar a ser el estudio (y la masturbación), esta puede ser benéfica tanto para los empleados como para los empleadores. Investigadores de la Universidad de Michigan, citados por The Huffington Post, concluyeron que esta práctica activa las endorfinas y hormonas que disminuyen el cortisol, la ‘hormona del estrés’.

Pero allí no termina el asunto. El psicólogo Mark Sergeant, de la Nottingham Trent University, afirma que los trabajadores deberían tomarse pausas para masturbarse como recompensa por cumplir varias tareas pendientes, añade el medio británico Metro.

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