“Típicamente contratados por la ‘cachoneada’, entrenan a las mujeres en cómo salvar sus matrimonios, mientras inducen a la amante a desaparecer. Por varios miles de dólares, sutilmente infiltran la vida de la amante, ganando su amistad y confianza en un intento por romper la aventura”, dice ‘The New York Times’.

El periódico menciona el testimonio de una clienta de Weiqing International Marriage Hospital Emotion Clinic Group, con sede en Shanghái, China, que convenció a la amante de aceptar un puesto con mejor salario en otra ciudad, lo que en la práctica significó el fin del romance.

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Shu Xin, director de la compañía, le dijo al periódico que el trabajo comienza con una investigación de la mujer ‘objetivo’ –familia, amigos, educación-, y sus motivaciones para sostener la relación: sexo, dinero o amor.

Luego manda a un ‘consejero’ a hacer al trabajo.

“El consejero podría trastearse al mismo edificio de la amante o comenzar a entrenar en su mismo gimnasio, para conocerla, convertirse en su confidente y, eventualmente, voltear sus sentimientos hacia su pareja. Algunas veces el consejero le encuentra un nuevo amor, un trabajo en otra ciudad y la convence de dejar al hombre casado”, dice The New York Times’, que agrega que los consejeros tienen un código de conducta: no se involucran íntimamente con las mujeres, ni las pueden amenazar con usar la violencia.

El precio puede arrancar en 45.000 dólares, pero aumentar si se necesita plata extra para arrendar apartamentos o carros.

El servicio funciona en China porque los divorcios son costosos, en especial para la mujer porque todos los bienes están a nombre del varón, y la mujer puede quedar en la calle. Además, el divorcio es un estigma en esa sociedad.

La compañía de expertos dice que el promedio de tiempo que se tardan en ahuyentar a las amantes es de 3 meses, con una tasa de éxito del 90 %.

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