“¡No a Trump, no a un EE. UU. fascista, no al Ku Klux Klan (KKK)”, gritaron tres manifestantes que fueron sacados a la fuerza por agentes de seguridad de la sala del comité judicial del Senado, donde se celebra la audiencia.

La nominación de Sessions como jefe de la Justicia de EE. UU. ha generado un gran malestar entre organizaciones, como la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU) que consideran “racista” al senador y critican las duras posturas en inmigración que ha defendido durante sus 20 años en la Cámara alta.

Gran parte de los manifestantes que protestaron hoy en la audiencia de Sessions estaban vestidos de rojo y rosa y pertenecen a la organización pacifista ‘Codepink’.

Cuando entró Sessions en la sala, dos hombres se pusieron de pie sobre sus sillas y mostraron su vestido blanco y un sombrero en punta que imitaba el característico del Ku Klux Klan, mientras gritaban al senador por Alabama para darle las ‘gracias’ por “representarles” en el nuevo Gobierno.

“¡No puedes detenerme. Soy un hombre blanco y los hombres blancos no pueden ser arrestados!”, grito uno de los varones, mientras los agentes de seguridad lo obligaban a salir de la sala.

Está previsto que hoy Sessions enfrente duras preguntas sobre unos comentarios racistas que profirió hace 30 años cuando era fiscal para el distrito sur de Alabama (1981-1993) y fue acusado de bromear sobre el Ku Klux Klan y perseguir judicialmente a los defensores de los derechos civiles de los afroamericanos.

Precisamente, los demócratas prometieron que preguntarán a Sessions por esas declaraciones que ya le pasaron factura en 1986, cuando un comité del Senado rechazó su candidatura para convertirse en juez de una corte de Alabama, cargo al que le había nominado el expresidente Ronald Reagan.

EFE

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