Un corresponsal de la AFP en el lugar informó que cientos de manifestantes se encontraban concentrados en los alrededores del centro de esta ciudad por tercera noche consecutiva de protestas, en medio de una fuerte presencia policial.

La policía y la alcaldesa Jennifer Roberts decretaron un toque de queda a partir de la medianoche hasta las 6 de la mañana hora local para impedir que se agravara la situación.

Manifestantes encienden velas en Charlotte, Carolina del Norte / AFP / NICHOLAS KAMM

“Tenemos ahora los recursos que nos permiten proteger la infraestructura y ser mucho más eficaces”, dijo en una conferencia de prensa el jefe de la policía de Charlotte, Kerr Putney.

El funcionario afirmó que “varios centenares” de efectivos adicionales de las fuerzas del orden intentarían impedir el jueves los saqueos de las dos noches anteriores.

Las protestas comenzaron el martes luego de la muerte de Keith Lamont Scott, un hombre negro de 43 años, la última víctima de raza negra abatido por la policía que alimentó las tensiones raciales en todo el país.

El gobernador de Carolina del Norte declaró el estado de emergencia en Charlotte, y cientos de efectivos de la Guardia Nacional y de la policía de caminos fueron desplegados en la ciudad para reforzar a las fuerzas locales.

Protestas en Charlotte / AFP / NICHOLAS KAMM

La noche del jueves la policía disparó gases lacrimógenos y lo que parecían ser balas de goma para dispersar a un grupo de manifestantes que bloqueaban una importante autopista, quienes se retiraron del lugar en relativa calma.

En el centro de Charlotte, cientos de manifestantes marcharon la noche del jueves en un ambiente de calma hacia la estación de policía local portando pancartas con leyendas que rezaban “Dejen de matarnos” o “La resistencia es bella”.

AFP

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