Maduro aseveró tajantemente que si la oposición “cumple sus requisitos, el referendo revocatorio será el próximo año y punto”.

Si el referendo se realiza antes del 10 de enero de 2017, y Maduro pierde, se deben convocar elecciones presidenciales. Si tiene lugar después de esa fecha, el vicepresidente -designado por Maduro- asumirá el cargo hasta 2019.

La oposición se prepara para hacer frente a la validación de 1,3 millones de firmas y avanzar hacia un referendo en el que los ciudadanos decidan si el impopular Maduro debe seguir en el poder.

En atención a esto la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llamó a sus seguidores a reunirse este domingo en Caracas para organizar los traslados de los centenares de miles de personas que deberán acudir entre el 20 y 24 de junio a 24 sedes regionales del Consejo Nacional Electoral (CNE) para confirmar su respaldo a una solicitud de un referendo revocatorio.

Tras la validación de firmas con huella dactilar, el CNE se tomará 20 días hábiles para su revisión, hasta el 23 de julio, aunque la oposición alega que esta verificación con máquinas captahuellas se puede contabilizar de inmediato.

Y por ello cuestiona que el poder electoral -al que acusa de servir al chavismo- coloque obstáculos para realizar un referendo en 2016, que considera es la válvula de escape para la dura crisis socioeconómica que vive el país, con una altísima escasez de alimentos y medicinas e inflación de tres dígitos.

Maduro también advirtió este sábado que el lunes se presentarán demandas de nulidad ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) contra el proceso revocatorio. El oficialismo alega que la primera recogida de firmas contenía datos de casi 11.000 fallecidos y casi 2.000 condenados por crímenes, lo que el chavismo calificó de “fraude”.

No obstante, el líder opositor Henrique Capriles manifestó en un mensaje a través de su cuenta en twitter que “El REVOCATORIO será este año y punto!Ratifico lo dicho,el Pueblo firmó impecablemente!Y en todo caso para algo está validación!”.

“Rebanadora” de firmas

El CNE anunció el viernes que había certificado cerca de 1,3 millones de las más de 1,8 millones que presentó la MUD para poner el marcha el mecanismo del revocatorio -cuando solo se necesitan unas 200.000-, descalificando unas 600.000 rúbricas debido a que “no cumplieron con los criterios exigidos”, según la titular de la autoridad electoral, Tibisay Lucena.

La MUD consideró este sábado “ilegítimos” los motivos por los cuales el CNE “rebanó” las 600.000 firmas, citando errores ortográficos, encabezados incorrectos sobre el cargo a revocar, rúbricas recolectadas en municipios distintos al del elector o el diseño del software empleado, que rechaza el uso de caracteres especiales como la letra “ñ”.

Juan Carlos Caldera, miembro de la comisión técnica opositora ante el CNE, confirmó que se rechazaron firmas de notorias figuras de la oposición: Henrique Capriles, Leopoldo López, el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional Enrique Márquez, o la esposa de López, Lilian Tintori. “Somos 600.000 sin derecho a validar pero sí a participar siendo promotores” del revocatorio, ironizó.

El proceso para convocar al revocatorio se vislumbra largo. Tras la validación de firmas con huella dactilar, la oposición debe recolectar unos cuatro millones de firmas para convocar el referendo.

Para revocar a Maduro, la oposición necesita más de los 7,5 millones de votos con que fue elegido en 2013 tras la muerte de Hugo Chávez, quien gobernaba desde 1999.

Hambre y protestas

Jesús “Chuo” Torrealba, vocero de la MUD, afirmó este sábado que la demora institucional en organizar el revocatorio “es una provocación, mientras se siguen exacerbando los disturbios por hambre”.

A los reclamos por la escasez de alimentos y medicinas registrados en el interior del país y que se agudizaron desde abril, se suman saqueos y disturbios que ya ocurren en Caracas casi cotidianamente, ilustrando la elevada temperatura de una población donde 7 de cada 10 apoya la salida de Maduro del poder.

Este sábado en el icónico barrio popular caraqueño de Catia -otrora bastión del chavismo- cientos de personas aguardaron durante horas para poder comprar alimentos en un supermercado.

Cuando se supo que se había acabado la mercancía, decenas de desesperados compradores se aglomeraron en la calle exigiendo que se reactivara la venta de alimentos, ante la custodia de la Policía Nacional y la militarizada Guardia Nacional, según constato un fotoógrafo de la AFP.

Personas humildes gritaban “¡este gobierno va a caer!” mientras otros exigían el revocatorio contra Maduro o se quejaban porque los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) entregaban solo unos pocos alimentos por familia, que deben durar 21 días.

Torrealba asegura que el chavismo ha ido “intensificando la posibilidad de un estallido social” al ir “extendiendo los lapsos (para realizar el revocatorio) de forma irresponsable” y al llevar a cabo programas de distribución de alimentos “discriminatorios”, como los CLAP.

Al anunciar el viernes la validación de las firmas, Tibisay Lucena advirtió que “cualquier agresión, alteración, o generación de violencia conllevará la suspensión inmediata del proceso hasta que se restablezca el orden”.

Con AFP.

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