La mujer, una bailarina conocida como Maggie McMuffin, quien viajaba de Boston a Seattle, en EE. UU., dijo que luego de esperar 45 minutos en la puerta de abordaje una mujer se le acercó y le dijo que la ropa que llevaba “no era apropiada” y que había sido el piloto quien había decidido que debía cambiarse.

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De acuerdo con el portal Kiro 7, McMuffin no tenía más ropa con ella por lo que dijo que podría ponerse el suéter alrededor de la cintura o ponerse una cobija, pero no se lo permitieron, así que debió recorrer el aeropuerto y comprar una pantaloneta más larga para poder tomar el vuelo.

Según la política de la aerolínea, esta puede retirar a los pasajeros cuya vestimenta sea considerada obscena u ofensiva, pero en un vuelo previo entre Nueva York y Boston a la mujer no le habían puesto problema por la ropa que llevaba, informa el diario Standard.

Un portavoz de la aerolínea dijo que el personal del vuelo había determinado que la ropa de la mujer podría “ofender” a las familia que viajaban allí.

Sin embargo, JetBlue se disculpó con la pasajera, le devolvió el dinero que había gastado en la segunda pantaloneta y le dio un bono por 162 dólares, que McMuffin le regalará a alguien más porque no desea volver a volar con la aerolínea.

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