Los contrarios al fujimorismo que piden que no haya impunidad con los crímenes cometidos durante el mandato de Alberto Fujimori (1990-2000), recordaron que Kuczynski prometió durante su campaña electoral no firmarle ningún indulto.

Verónika Mendoza, líder del bloque de izquierda Nuevo Perú, cuyo apoyo a Kuczynski fue decisivo para que se impusiera en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2016 sobre Keiko Fujimori, hija de Alberto, aseguró que el indulto es “una vil traición a la patria”.

Mendoza criticó duramente que Kuczynski haya dado la libertad a Fujimori a cambio de no ser destituido esta por el Congreso gracias a los votos de 10 congresistas fujimoristas rebeldes con su grupo, liderados por Kenji Fujimori, hijo menor del expresidente y quien le había pedido al mandatario indultar a su padre.

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“A cambio de salvar su pellejo ha negociado con el fujimorismo un indulto infame al corrupto y asesino Alberto Fujimori. Para él todo se negocia y se vende, y hoy, una vez más, ha actuado como un vendepatria dándole el indulto a un asesino y ladrón con informes truchos (falsos) y comisiones médicas amañadas”, dijo Mendoza.

Por su parte, el exministro Pedro Cateriano, quien apoyó abiertamente a Kuczynski frente a la moción que el Congreso le hizo para destituirlo, calificó el indulto a Fujimori como un “acto de traición a la democracia y a los derechos humanos”.

“El indulto al dictador no es un acto humanitario, ha sido un pacto político infame”, aseveró Cateriano, quien había recomendado a Kuczynski recurrir a la Organización de Estados Americanos, OEA, para que observara su proceso de destitución.

La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos de ese país aseguró que el indulto es ilegal y “reabre las heridas para los peruanos, sobre todo de los familiares de las víctimas del régimen de Fujimori”, además de apuntar que “no hay reconciliación con impunidad”.

Con información de EFE

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