En una reunión con los funcionarios del partido el lunes, Kim presentó un informe “sobre el desarrollo de los últimos acontecimientos en la península de Corea” que incluye la cumbre con Corea del Sur que se celebrará este mes, indicó KCNA.

Kim “realizó un análisis profundo y una valoración de la orientación del desarrollo actual de las relaciones entre el Norte y el Sur, así como de las perspectivas de un diálogo entre RPDC y Estados Unidos”, dijo utilizando el acrónimo oficial para designar a Corea del Norte.

Como parte del inédito proceso de diálogo entre el Norte y el Sur, Kim tiene previsto reunirse con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, en una cumbre el 27 de abril.

La distensión también ha hecho posible la perspectiva de una reunión entre Kim y el presidente de Estados Unidos, tras meses de crecientes tensiones en torno al programa nuclear de Pyongyang.

El lunes Trump precisó que su esperado encuentro con el líder norcoreano tendrá lugar a finales del mes próximo o en junio.

Trump dijo que mantenía viva la esperanza de alcanzar “un acuerdo de desnuclearización” con Pyongyang.

“Tengo esperanzas de que será una relación muy diferente de lo que ha sido durante muchos, muchos años”, añadió el mandatario.

Actividad diplomática

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Sin embargo, Pyongyang nunca ha confirmado la oferta de unas conversaciones sobre la desnuclearización, que había sido presentada por un emisario surcoreano.

Las declaraciones de Kim no hacen una mención expresa a la reunión con Trump.

Los Juegos Olímpicos de Invierno, celebrados en febrero en Corea del Sur, fueron el catalizador del espectacular acercamiento entre ambos países, tras dos años de escalada a causa de los programas balístico y nuclear norcoreanos, y con un cruce de insultos personales y amenazas entre Trump y Kim como telón de fondo.

La cumbre intercoreana, la tercera de la historia tras las de 2000 y 2007, tendrá lugar en la zona desmilitarizada que divide la península, concretamente en Panmunjon, la localidad en la que se firmó el armisticio que puso fin a la guerra de Corea (1950-1953).

Como parte de esta maratón diplomática, el ministro de Relaciones Exteriores norcoreano, Ri Yong Ho, llegó a Moscú el lunes después de haber estado en Pekín, Bakú, capital de Azerbaiyán, y en otras repúblicas de la extinta Unión Soviética.

Ri también viajó el mes pasado a Suecia, que ejerce de mediador entre Washington y Pyongyang.

Hasta que se concreten de forma más precisa los detalles sobre la reunión entre Trump y Kim, muchos han expresado su escepticismo sobre el éxito de una cita entre dos personalidades conocidas por su carácter imprevisible.  Además tendrá lugar sin los meses de trabajo previo que suelen acompañar a las cumbres de este tipo.

Todavía no se han detallado aspectos como la fecha exacta y el lugar de la cumbre. Algunas fuentes apuntan a países como Mongolia o Suecia para albergar las conversaciones.

“Corea del Norte se está esforzando en mejorar sus relaciones con el Sur y con Estados Unidos para poner fin a su estatuto de país paria y convertirse en un Estado normal”, apuntó el profesor Yang Moo-jin, de la universidad de Estudios Norcoreanos.

Con AFP