La Asamblea Nacional, de mayoría opositora, sesionó en ambiente caldeado por fracturas en la coalición Mesa de la Unidad Democrática, MUD.

Los congresistas debatieron la “responsabilidad política” del presidente Maduro en el agravamiento de la crisis constitucional de Venezuela por la suspensión del referendo revocatorio.

El debate sobre responsabilidad del mandatario es algo que “nunca ha pasado, puede tener implicaciones de un juicio penal, de pedir el antejuicio de Nicolás Maduro y de abrir un proceso paralelo”, afirmó Julio Borges, jefe de la bancada de la MUD.

El Parlamento declaró el domingo en sesión especial la “ruptura del orden constitucional” en Venezuela, al considerar que la paralización del referendo consumó un “golpe de Estado”.

Diosdado Cabello, número dos del chavismo, minimizó este martes las acciones de la MUD, al señalar que el “juicio político” no está contemplado en la Constitución y que, además, el Parlamento está declarado en desacato por la justicia y sus decisiones son consideradas nulas.

La oposición venezolana sigue con el debate parlamentario su estrategia para insistir en la destitución de Maduro, y convocó también a una protesta popular, que llama la “Toma de Venezuela”, tras la suspensión del referendo revocatorio.

“Vamos a debatir el juicio político, podemos estar a las puertas de la destitución del presidente”, insistió el diputado opositor Luis Florido, al señalar que el diálogo no ha comenzada porque “no hay condiciones”, poco antes de iniciar la sesión.

Dirigentes de los tres principales partidos de la MUD, como el excandidato presidencial Henrique Capriles, el jefe parlamentario Henry Ramos Allup, la esposa del encarcelado Leopoldo López, Lilian Tintori, entre otros, negaron la noche del lunes el inicio de un diálogo, que poco antes había anunciado el enviado del Vaticano, Emil Paul Tscherrig.

AFP

LO ÚLTIMO