Y lo hacen bajo los pronósticos que señalan altas probabilidades de lluvia durante la ceremonia de jura del cargo ante el Capitolio.

En las calles de la capital de Estados Unidos hay más movimiento del habitual, además de autobuses y coches policiales aparcados en las calles cortadas aledañas a la Casa Blanca y a la Avenida Pensilvania, según constató Efe.

También abundan agentes de policía y del servicio secreto, el cuerpo encargado de proteger al presidente estadounidense.

El metro de Washington, que da servicio a la capital y su área metropolitana, comenzó hoy a funcionar más temprano de lo normal, a las 4:00 de la mañana, aunque las estaciones cercanas al recorrido del desfile entre el Capitolio y la Casa Blanca permanecerán cerradas.

Será un día nublado, según los pronósticos meteorológicos, con lluvias ocasionales a partir de las 7:00 de la mañana y altas probabilidades (de un 65 %) de que llueva hacia el mediodía, cuando el republicano Trump se convertirá en el presidente número 45 de la historia de Estados Unidos.

La temperatura máxima de hoy será de 9 grados centígrados, por encima de lo habitual en esta época del año en Washington, donde enero suele ser un mes muy frío.

Trump se convertirá en el nuevo presidente de Estados Unidos cuando pase un minuto del mediodía en Washington y sucederá al demócrata Barack Obama, que ha pasado los últimos ocho años en la Casa Blanca.

El todavía presidente electo amaneció hoy en la Blair House, una mansión ubicada muy cerca de la Casa Blanca y destinada a hospedar a jefes de Estado en sus visitas oficiales a Washington.

Trump y su familia asistirán a primera hora de la mañana a un servicio religioso y luego acudirán a tomar un té a la Casa Blanca, invitados por Obama y su esposa, Michelle.

A las 11.30 hora local (16.30 GMT) empezará la ceremonia oficial de investidura ante las escaleras del Congreso de Estados Unidos y Trump jurará el cargo sobre una biblia de su propiedad y sobre otra que usó Abraham Lincoln en su primera toma de posesión, empleada también por Obama en sus dos investiduras (2009 y 2013).

Unos 28.000 miembros de diferentes cuerpos de seguridad forman desde primera hora el masivo dispositivo que ha hecho de Washington un fortín con barricadas a lo largo de un extenso perímetro para evitar ataques de “lobos solitarios” con camiones como los de Niza (Francia) y Berlín.

Se espera que unas 900.000 personas acudan a la capital estadounidense para presenciar los actos de investidura de Trump.

Entre ellas, decenas de miles de manifestantes que auguran una de las investiduras presidenciales más conflictivas que se recuerdan.

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