“Naciones Unidas también verificará el cumplimiento del cese al fuego y de hostilidades temporal –que iniciará el próximo primero de octubre– con el Eln, el otro grupo guerrillero con el que estamos en negociaciones para lograr una paz completa”, dijo Santos en su última intervención ante esa Asamblea como presidente de Colombia.

Enfatizó en que su presencia en ese recinto se hacía en calidad de jefe de Estado y como actual Premio Nobel de Paz. Por esto, pidió apoyo de los países miembros de la ONU para enfrentar la crisis en el vecino país.

“Nos duele Venezuela. Nos duele la destrucción paulatina de su democracia. Nos duele la persecución a la oposición política y la violación sistemática de los derechos de los venezolanos”, indicó el Primer Mandatario.

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“Hoy le he reiterado mi llamado al Secretario General y a toda la comunidad internacional a que apoyemos al pueblo venezolano en la búsqueda de una solución pacífica que los regrese al cauce del progreso, de la democracia y de la libertad”, indicó.

De la misma forma, indicó que preocupa la precaria situación del vecino país, con el que Colombia comparte una de las fronteras más extensas de América, con más de 2.200 kilómetros, y una rica historia común.

Precisamente, esos estrechos lazos “no nos permiten ser indiferentes frente a su destino”; expresó Santos, que además condenó el lanzamiento de misiles balísticos y ensayos nucleares por parte de Corea del Norte.

De la misma forma, condenó los atentados que comenten fanáticos e intolerantes, sembrando miedo y terror.

“Sobre este tema quiero hablar en una doble condición: como presidente del único país donde hoy, en lugar de aumentar las armas, éstas se funden para construir monumentos a la concordia, y también como el más reciente Nobel de Paz”, agregó.

“Por encima de las diferencias de raza, de religión, de pensamiento, los seres humanos somos en realidad uno. Lo que le pasa a uno nos pasa a todos”, concluyó.

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