En la tarde, estalló una violenta pelea entre los cónyuges, dos albaneses, en proceso de divorcio.

Al no soportar la idea de la separación, el marido se hizo con un bidón de gasolina para rociar el apartamento y a su esposa y luego encendió su mechero. Pero fue su propia ropa, que el hombre había salpicado sin querer, lo que se prendió fuego.

Su esposa consiguió saltar a tiempo por el balcón del apartamento, situado en el primer piso, seguida por su marido. Ella está indemne pero él fue hospitalizado y se encuentra en estado grave, con quemaduras de tercer grado.

Ninguno de sus tres hijos, de 23, 22 y 14 años estaba presente en el momento de los hechos.

AFP

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