“Los muertos fueron comunicados por la Asociación de los pueblos Yanomami de Roraima Hwenama y un equipo de la Funai se prepara para ir al lugar”, dijo a la AFP un portavoz de la Fundación Nacional del Indio (Funai).

De su lado, un vocero de la policía de Boa Vista, capital de Roraima, aseguró a la AFP que “ignora las causas del conflicto” ocurrido en la remota región de Homoxi (centro-oeste de Roraima), y que un grupo de agentes acompañará a los integrantes de la Funai al lugar.

El enfrentamiento entre los mineros y los indígenas habría ocurrido el primero de noviembre, pero las muertes solo se confirmaron a principios de esta semana.

Hasta ahora, los buscadores de oro habían sido considerados “desaparecidos”.

“No sabemos la razón del conflicto, porque los indios del pueblo donde ocurrieron las muertes dijeron por radio que nos explicarán lo que sucedió cuando vayamos personalmente”, afirmó el presidente de la Asociación de los pueblos Yanomami de Roraima Hwenama, Junior Hekuari, al sitio de noticias G1.

Según él, los cuerpos de los “garimpeiros” (como se llama a los buscadores de oro en portugués) se encuentran en una zona aislada de la selva, a unos 16 kilómetros de la comunidad Xereu II.

Unos 900.000 indios pertenecientes a 305 etnias viven en Brasil, que tiene una población de 206 millones de habitantes.

Las tierras indígenas, concentradas principalmente en la Amazonia, representan el 12% de la superficie del país.

Aunque según la Constitución tienen “derechos originarios sobre las tierras que tradicionalmente ocupan” -aquéllas que habitan de forma permanente y utilizan para sus actividades productivas- muchos de sus terrenos no han sido reconocidos aún y son invadidos a menudo por colonos rurales u otros grupos con intereses en sus suelos.

 

Con AFP