La humareda surgió de un depósito de carros en la calle Mattia Battistini, en Roma, más o menos a 2 kilómetros de la Santa Sede. La densa columna invadió casi toda la zona y los históricos palacios que hay allí. Los habitantes tuvieron que encerrarse en sus residencias para evitar la nube negra, informa el medio local Il Messaggero.

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Las autoridades locales cerraron la calle principal del Vaticano para permitirles a los organismos de socorro llegar al lugar rápidamente.

En redes sociales se han compartido imágenes de la espesa humareda que cubrió la Santa Sede:

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