A las 21H00 (01H00 GMT del lunes) en la universidad Washington de St. Louis (Misuri), el magnate y la exsecretaria de Estado estarán nuevamente cara a cara en un debate transmitido en directo por los grandes canales.

Ambos deberán responder a las preguntas de dos moderadores y un panel integrado por electores indecisos.

Clinton tratará de reforzar su imagen de mujer de Estado, mientras Trump podría verse limitado a aplicar una estrategia de reducción de daños tras la divulgación el viernes de un video de 2005 en el que menosprecia a las mujeres con un lenguaje vulgar y machista, que le ha valido un fuerte rechazo incluso en sus propias filas.

En el video, Trump le dice a un presentador de televisión durante una conversación grabada -sin su conocimiento- en un automóvil: “cuando eres una estrella, ellas te dejan hacerlo. Uno puede hacer lo que quiera”. Y cuenta su primer intento fallido de seducir a una mujer.

“Lo intenté y no pude, lo reconozco”, dice Trump en la grabación. “Me fui hacia ella como a una perra, pero no pude llegar a eso. Y estaba casada”.

Los medios, en tanto, siguen escarbando en busca de nuevas evidencias de su mal comportamiento y divulgaron una entrevista de 2002 en la que el magnate dice que su hija Ivanka es “un pedazo de idiota”.

En esa entrevista, Trump también sostiene que prefería dejar a las mujeres a partir de cierta edad: “¿Cómo se dice a los 35? Se llama hora de salida”, afirma.

Un debate crucial

Urgido por atraer el apoyo de parte del electorado que le es reacio, en particular las mujeres, Trump corre el riesgo de perder definitivamente ese respaldo a menos de un mes de las elecciones del 8 de noviembre.

El debate de este domingo será en consecuencia decisivo para el magnate, que según los analistas perdió la primera confrontación con Clinton, hoy en posición de fuerza.

En el avión que la llevaba a St. Louis, la portavoz de la candidata, Jennifer Palmieri, explicó que la demócrata aprovechará el debate para conquistar a los electores afectados por las declaraciones del magnate.

“Ella tiene la oportunidad de hablar directamente a muchos electores que no tenían la intención hasta ahora de votar por ella”, dijo.

Las declaraciones del republicano desde que se divulgó el video permiten deducir la estrategia que adoptará Trump para intentar doblegar a su contrincante.

El republicano debería mostrarse humilde, reconociendo sus errores de 11 años atrás y reiterando los pedidos de disculpa, al tiempo que atacará a Clinton a través de su marido Bill, conocido por sus aventuras extraconyugales.

El sábado Trump retuiteó el mensaje de una mujer que denunció en 1999 haber sido violada por Bill Clinton en 1978.

Abandonado

El video del viernes cayó como una bomba en la campaña, generando rechazo en filas republicanas, varios de cuyos exponentes instaron a Trump a abandonar la carrera presidencial.

Pero el magnate dijo que hacía “cero chance” de que ello ocurriera. “Nunca, jamás, me doy por vencido”, afirmó.

Entre los republicanos que no votarán por Trump en noviembre se destacan el senador John McCain y Mitt Romney, excandidatos a la presidencia, la exsecretaria de Estado Condoleezza Rice y el actor y exgobernador de California Arnold Schwarzenegger.

El presidente de la cámara de Diputados, Paul Ryan, se dijo “enfermo por las declaraciones” de Trump, e incluso su compañero de fórmula, Mike Pence, tomó distancia.

“No consiento esas declaraciones y no puedo defenderlas”, señaló Pence, aunque se congratuló de las disculpas ofrecidas por Trump.

En tanto, Melania, esposa del candidato, calificó de “inaceptables” y “ofensivas” las declaraciones de su marido, pero agregó que “no representan al hombre que yo conozco”.

El video de 2005 “es una puñalada al corazón de Trump. En el debate es seguro que el tema se planteará”, vaticinó Larry Sabato, politólogo de la Universidad de Virginia.

“Trump no perderá ningún voto entre su electorado, al que nada importa” de lo que el candidato dijo 11 años atrás, pero “no podrá ampliar su base electoral”, señaló.

Con AFP

LO ÚLTIMO