Urbano de Sousa mencionó que hasta el momento hay un total de 62 víctimas mortales y 59 heridos, dos de ellos graves, tras el incendio forestal que se desatado este sábado en Pedrógão Grande, según el último balance provisional.

La ministra entregó a los periodistas los últimos datos del siniestro y subrayó que los equipos forenses trabajan sin descanso para identificar a los fallecidos, cuyos restos han sido trasladados a Coimbra para realizar los análisis pertinentes.

Asimismo, aseguró que oficialmente no se tiene constancia de que haya extranjeros entre las víctimas fatales, aunque el Gobierno francés ha confirmado este lunes que uno de sus ciudadanos falleció en la conflagración.

Con respecto al combate a las llamas, Urbano de Sousa apuntó que “varias áreas están cediendo favorablemente” a los esfuerzos de los más de 2.000 efectivos desplegados en los distritos de Leiria -el más afectado-, Castelo Braco y Coimbra, todos en el centro de Portugal.

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Por su parte, el comandante de operaciones de los servicios de Protección Civil lusos, Elíseo Oliveira, que compareció junto a Urbano de Sousa, dijo que la temperatura ha aumentado y que algunos medios aéreos, cuyo trabajo había sido limitado por falta de visibilidad, han comenzado a acceder a algunas zonas.

El Instituto Portugués de Mar y Atmósfera (IPMA), prevé que en las zonas afectadas por las llamas la temperatura ronde hoy los 38 grados y los vientos que pueden variar de moderado a fuerte.

El fuego que causó la tragedia en el centro de Portugal comenzó por el impacto de un rayo en un árbol seco y se expandió con una rapidez y violencia inusitada por los fuertes vientos y las temperaturas superiores a los 40 grados registrados ese día, según la versión que manejan las autoridades lusas.

EFE.

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