Náuseas, dolor de cabeza, aumento de peso, reducción del apetito sexual, depresión y cambios en el genio son síntomas que a muchas mujeres les da cuando toman píldoras anticonceptivas y que toman con relativa normalidad; sin embargo, cuando es un hombre el que los experimenta, la cosa puede cambiar, explica Cosmopolitan.

Un estudio de la Universidad de Edimburgo que pretendía probar sustancias para la anticoncepción en varones tuvo que ser suspendida porque los hombres presentaron efectos colaterales severos, incluso más que cuando se trata de estudios o pruebas clínicas con mujeres, revela el portal Vox.

En la población objeto de este estudio se presentaron varios casos, más allá de los 20 más severos: desde quienes les tienen pavor a las inyecciones (la droga se administraba mediante inyección), hasta aquellos que presentaron vómito, diarrea, acné y dolores musculares desde que se les empezó a administrar el anticonceptivo, que se presume que tiene una efectividad del 96 %, un poco menor que la de la píldora, a la cual se le atribuye un 99 %, informa The Atlantic.

Pese a los reparos de algunos de los participantes de la prueba clínica, el 75 % de los voluntarios dijo estar dispuesto a utilizar este método de anticoncepción en el futuro, dijo un comunicado de la Endocrine Society, citado por USA Today.

En principio, varios medios habían publicado que la interrupción de las pruebas clínicas se debían a que los hombres eran ‘flojos’, pero los investigadores dijeron que la razón real fue por los síntomas adversos, que no necesariamente tienen que ver con la ‘flojera’, sino que era para no poner en riesgo la salud de los voluntarios.

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