Según contó el mismo Clements, abandonó Liverpool para cambiar la rutina en la que estaba su vida para conseguir un trabajo como mesero en Dubái, hace algunos meses. Sin embargo, tuvo la mala fortuna de que en su examen médico para entrar al trabajo encontraron rastros de canabis en su organismo, informa Independent.

De acuerdo con la versión que ofreció, efectivamente él sí consumió marihuana, pero lo hizo cuando todavía estaba en el Reino Unido, antes de tomar el vuelo hacia Emiratos Árabes Unidos, agrega Mirror. “Mi hermana vive acá y tuve la oportunidad de cambiar mi vida y no ha sido otra cosa sino vivir una pesadilla”, se lamentó.

Pese a que según él no ha cometido ningún delito en territorio árabe, durante su última declaración ante la corte tuvo menos de un minuto de tiempo para declarar y, por supuesto, eso no fue suficiente para explicarle a la justicia lo que había pasado.

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La próxima audiencia por la que tendrá que pasar será antes de navidad. Sin embargo, no se puede devolver a su país a pesar de que ya pagó una fianza para salir de la cárcel en la que estaba, ya que su pasaporte le fue decomisado. La oficina de asuntos exteriores británica ya está al tanto de la situación.

Este no es el primer caso en el que se lleva a cabo una detención por faltas menores. Hace algunos meses, otro británico terminó en la cárcel luego de tocarle accidentalmente el trasero a otro hombre cuando los dos estaban en un bar.

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