Mientras tanto, se ve cómo el operario encargado de cambiar la bombilla que alerta a las aeronaves, en el punto más alto de la estructura, va subiendo peldaño tras peldaño con el mayor nivel de seguridad para no caer.

Entre los comentarios de los usuarios, muchos expresan el vértigo que se debe sentir, por la sensación de altura y los vientos golpeando en el cuerpo de quien trepa.

Sin embargo, eso no acobardó al hombre, que lleva una cámara pegada a su casco y muestra en toda su dimensión cómo es este trabajo en altura, al cual muchos empleados terminan por acostumbrarse.

Y la trepada es lo de menos. Una vez llega a la cima, el trabajo de soltarse de las manos y confiar en las cuerdas mientras realiza la labor del cambio de la luminaria también produce escalofríos.

Y otra pregunta que se hacen los usuarios: ¿Cuánto le pagarán a este hombre por su trabajo?

LO ÚLTIMO