La crónica de lo que pasó aquel 19 de septiembre y las subsiguientes 400 horas que finalizaron en la madrugada del 4 de octubre de 1985, fue narrada por el periodista José Comas para El País de España con detalles y anécdotas de un momento de máximo dolor que los mexicanos no quisieran repetir.

“Las escenas junto a la vieja casa colonial alcanzaron en ocasiones altas cotas de superrealismo y podrían haber servido para un melodrama si no estuviesen en juego la vida de un niño y la desesperación de una familia”, contaba el periodista.

Y la historia del frustrante rescate de Luis Ramón, ‘Monchito’, el niño que se presumió seguía con vida bajo los escombros de un edificio de 8 plantas tras el terremoto, recoge el temor de los mexicanos justo ahora cuando los esfuerzos se concentran en rescatar con vida a la niña Frida Sofía bajo las ruinas de la escuela Enrique Rébsamen.

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“Monchito, el niño fantasma del terremoto del 85. ¿Frida Sofía, será el nuevo ‘Monchito’?”, se lee en un mensaje solitario en Twitter que vaga por la red igual que el fantasma del niño jamás encontrado.

Pese a los esfuerzos de las brigadas de rescate israelíes, especialistas italianos, ingenieros de la marina mexicana y bomberos argelinos, pudo más el poder de una santera de Michuacán, la influencia del embajador de EE.UU., un presunto hijo de Jorge Negrete, el fotógrafo de Julio Iglesias y hasta el tenor Plácido Domingo, para no desistir en el rescate de ‘Monchito’.

“Todos ellos desfilaron por allí a lo largo de la semana pasada, en lo que un psiquiatra calificó de “fenómeno de neurosis colectiva””, cuenta el diario español.

Coma plasmó, con cierto aire macondiano, aquel episodio en el que un grupo de voluntarios, hombres de la Sección 5, se acercaron a una grieta entre los escombros para preguntar:

“¿Quién es? Se oyeron ruidos, pero no había voz. Ellos supusieron que no podía hablar o no se oía la voz. Entonces dijeron: ‘Si no puedes hablar, danos dos golpes’, y (‘Monchito’) los dio. Se armó un revuelo. Después le pidieron: ‘Si eres un adulto, da un golpe. Si eres un niño, da dos golpes’, y dio dos golpes. A partir de ahí se empezó a trabajar para rescatarlo”.

México, literalmente, se quebró en miles de partes con el devastador terremoto del que aún se discute si dejó 3.000 o 10.000 muertos, porque hasta eso se puso en duda después de esos días aciagos y conflictivos del gobierno del presidente Miguel de la Madrid.

Así como quedó la duda perpetua de si ‘Monchito’ fue una invención colectiva o una artimaña del gobierno mexicano para desviar la atención a las críticas por el desorden con la que se enfrentó la emergencia y para revivir el espíritu destrozado de la nación tras el evento natural que partió la historia de México en dos.

Entre las muchas versiones que se conocieron después, existe una que dice que el niño jamás existió, o que murió en el instante. Pero la historia que más escozor produjo fue la de un periodista (sin identificar) del periódico La Jornada quien habría dicho que todo fue un montaje para rescatar una caja fuerte de la residencia de don Venustiano Carranza, el supuesto abuelo del menor desaparecido.

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