People recuerda que la foto fue captada por Richard Drew, poco después de que los aviones secuestrados se estrellaran de frente contra los edificios del World Trade Center, de Nueva York. La estremecedora imagen, pese a que es una de las más censuradas de aquella fatídica fecha, es una de las más difundidas.

Esta es la famosa fotografía, que se convirtió en uno de los símbolos de la tragedia:

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17 años después de captada la foto, aún no se sabe quién es el hombre que prefirió morir en una impresionante caída y no entre las llamas que amenazaban con mandar al suelo el monumental edificio. En un principio, se creyó que podría tratarse del latino Norberto Hernández, que trabajaba en el restaurante Windows on the World, en la torre norte del complejo.

De hecho, en un principio, varios miembros de su familia creyeron que, en efecto, se trataba de él. Sin embargo, luego de estudiar y observar la fotografía detenidamente, concluyeron que de ninguna manera podía tratarse de su ser querido, informó Daily Star, de manera que la identidad del infortunado aún permanece en el misterio.

Pero por supuesto, el ‘Falling Man’ (el título original de la fotografía) no fue el único que optó por lanzarse al vacío, tal vez en un ataque de ansiedad totalmente comprensible por la situación. Cerca de 200 personas más perdieron la vida de la misma forma. Según RT, las autoridades estadounidenses no permitían que se llamara “saltar” a lo que hicieron todas estas personas, ya que eso implicaría un acto voluntario, y ellos en realidad lo hicieron en medio del atentado.

Es evidente que las heridas por la tragedia de ese 11 de septiembre del 2001 todavía están abiertas. Prueba de ello es el impacto que aún genera el ‘Falling man’, un hombre que sin querer pasó a la historia por ser el retrato más cruel de uno de los peores días que ha visto Estados Unidos en toda su historia.