Dicha suma representa un bajo nivel sin precedentes en la historia reciente para un candidato presidencial de peso.

Por su parte, la campaña de Hillary Clinton -respaldada por grandes donantes- tenía más de 42 millones de dólares en el banco al 31 de mayo, de acuerdo al informe.

Su comité de acción política, conocido como Priorities USA (Prioridades de EE. UU.), tenía otros 52 millones, según dijo el lunes.

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El informe fue entregado el mismo día en que Trump apartó a su controvertido jefe de campaña mientras intentaba revitalizar su carrera hacia la Casa Blanca luego de recientes tropiezos.

Trump ha recibido un golpe en las encuestas nacionales y ha provocado ira por sus comentarios sobre los musulmanes tras la matanza en un club gay de Orlando.

Paralelamente, su informe financiero refuerza las percepciones de que su campaña decae frente a Clinton, que planea gastar más de 100 millones de dólares en una avalancha de avisos de televisión de cara a las elecciones de noviembre.

La semana pasada, Clinton lanzó una andanada de avisos en los medios atacando a Trump en ocho estados clave: Colorado, Florida, Iowa, Nevada, Nueva Hampshire, Carolina del Norte, Ohio y Virginia.

Trump -quien ha alejado a muchos grandes donantes tradicionales republicanos y tuvo que prestarle a su propia campaña dos millones de dólares el último mes- no ha divulgado ningún aviso en los medios desde que aseguró la nominación republicana el mes pasado.

La brecha financiera se reproduce a nivel organizacional. El equipo de Clinton de unas 700 personas empequeñece la estructura de Trump, de 70 asistentes, lo cual la deja en desventaja en los estados oscilantes necesarios para ganar las elecciones.

Conseguir eficiencia en las operaciones en terreno toma tiempo. Pero el equipo de Trump, que se declara orgulloso de su eficiente organización, está planeando entregarlas al Partido Republicano, tarea que este normalmente no cumple.

AFP

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