El hijo, Maykl, de 23 años, consume heroína desde que tenía 15 años, y su madre lo echó de la casa cuando todavía era muy joven. Desde entonces, vive con su padre, en Nueva York, informa Independent.

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Sin embargo, Sergey también se agotó de los excesos de su hijo, y le dijo que si no se sometía a un tratamiento de rehabilitación, él seguiría sus pasos y empezaría a consumir la poderosa droga, según le dijo a New York Post. 

La advertencia que el padre hizo no se quedó en eso, y un día Maykl encontró tendido en el suelo de la casa a Sergey, que había descubierto la droga.

Traté de enviarlo a rehabilitación. Él me prometió que iba a ir, pero lo encontré (las drogas) otra vez”, dijo el padre luego del incidente.

Cuando Maykl se dio cuenta de que tenía una sobredosis, tuvo que darle una reanimación cardiopulmonar y usar un espray nasal que, curiosamente, su padre había tenido que usar varias veces para reanimarlo, cuando él se había excedido con la heroína.

Luego de pasar por el episodio, Maykel dijo que “definitivamente” quiere someterse a un tratamiento para superar su adicción.

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