La migración desde Centroamérica hacia Estados Unidos también se roba la atención de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Kelly Clements. Además, señaló que los flujos de refugiados están causando “gran impacto en la responsabilidad de los países anfitriones”.

La diplomática estadounidense lamentó que Siria tenga cinco millones de refugiados y al menos 6,7 millones de desplazados. También mostró su preocupación por lo que está viviendo la República Democrática del Congo, donde hay refugiados que están huyendo a Uganda y otros países vecinos, como Sudán.

Uganda, por su parte, “ha tenido grandes flujos de refugiados de Sudán del Sur, y destacó las “necesidades en relación a Somalia, República Africana Central y otros países”.

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Clements dijo que llegó al norte de Centroamérica y México porque hay una “crisis” producto de la migración hacia Estados Unidos a causa de la “violencia de las pandillas y otras razones que requieren que los países sigan abriendo sus fronteras y fortalezcan sus sistemas de asilo”. Añadió que otros problemas en el norte de Centroamérica atañen a la “pobreza y la falta de gobernabilidad”.

Explicó que visitó barrios en Tegucigalpa donde las familias no pueden salir de sus casas, los niños no pueden ir a la escuela y también sus profesores reciben amenazas de los pandilleros.

En América Latina, Clements también lamentó la salida de venezolanos a países vecinos como Colombia y Brasil donde urgen ayuda humanitaria pero que requieren mucho apoyo para que mantengan sus fronteras “abiertas”.

En descargo de Estados Unidos, dijo que es el país que recibe más refugiados en el mundo y el que más apoya a los organismos que financian la atención humanitaria.

Con AFP.