Su asesino confesó haberla conocido a través de engaños por la red social ( se hizo pasar por una niña), con el objetivo de violarla, dijeron las autoridades.

Ortega, que vivía con sus padres en Bahía Blanca, 700 km al sur de Buenos Aires, salió de su casa el 23 de abril y nunca volvió.

Su cuerpo fue hallado en la noche del sábado al domingo, luego de un allanamiento en la vivienda de Jonathan Luna, de 26 años, quien confesó el crimen e indicó el lugar donde estaba Micaela, dijo el secretario de Seguridad de Bahía Blanca, Emiliano Álvarez.

Días atrás, había trascendido que la niña estaba en poder de un hombre, según mostraron videos de seguridad en la calle, que fue identificado por la pareja de este.

Álvarez dijo que el confeso asesino fue localizado gracias a la cooperación de la embajada de Estados Unidos y a datos de las cuentas de Facebook.

El fiscal Rodolfo De Lucía, que investiga el crimen, aseguró a la prensa que Jonathan Luna, un convicto prófugo, dijo haber convencido a Micaela de ir con él diciéndole que la iba a llevar a la casa de una amiga: la niña que él mismo inventó en Facebook.

“La maté porque no quiso tener relaciones sexuales conmigo”, fue la revelación de Luna, según informó el portal de Bahía Blanca La Brújula 24.

“La encontraron con las manos atadas, las piernas cruzadas, con la misma ropa con la que se había ido de su casa”, señaló el ministro Álvarez.

Luna, a quien descubrieron varios perfiles falsos en Facebook, purgaba una condena por robo agravado pero se escapó durante una salida transitoria de la cárcel.

Tras el hallazgo del cuerpo de Micaela cientos de vecinos realizaron una marcha para reclamar justicia.

Medio centenar de indignados vecinos, en tanto, incendió la vivienda de Luna, en un lugar humilde de Bahía Blanca.

AFP

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