“En el 2018, llueva, truene o relampaguee, en Venezuela hay elecciones presidenciales”, afirmó Maduro durante una reunión de la comisión presidencial que impulsa la Constituyente, en el palacio presidencial de Miraflores.

Sin embargo, cabe mencionar que sus palabras dejan muchas dudas y más por un reciente antecedente. En diciembre, debieron realizarse las elecciones de gobernadores, pero el poder electoral al que la oposición acusa de servir al gobierno las suspendió y aún no tienen fecha.

Este año corresponden los comicios de alcaldes y a finales de 2018 las presidenciales.

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Pero la oposición asegura que con su convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente “popular”, Maduro busca evitar medirse en elecciones en un momento en que siete de cada diez venezolanos rechazan su gestión, según encuestas.

El presidente enfrenta desde el pasado primero de abril fuertes protestas opositoras que exigen elecciones generales. Las manifestaciones ya dejan 38 muertos y centenares de heridos y detenidos.

A la solicitud de elecciones se han unido varios países de la región y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien ha llamado “dictador” a Maduro.

El líder opositor Henrique Capriles asegura que con la Constituyente convocada el primero de mayo, el gobierno pretende cambiar la forma en que se elige en Venezuela.

La mitad de los 500 asambleístas que reformarán la Constitución de 1999 serán elegidos por sectores sociales que, según la oposición, están controlados por el oficialismo, mientras que la otra mitad se escogerán por votación municipal.

AFP.

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