También firmó otros dos decretos, uno destinado a crear “un grupo de trabajo para reducir el crimen violento” en EE.UU. y otro en el que pide a su equipo que elabore un “plan para detener los crímenes violentos contra los agentes que aplican la ley”.

Hoy voy a firmar tres acciones ejecutivas diseñadas para restaurar la seguridad en Estados Unidos”,

dijo Trump en declaraciones a la prensa durante la toma de posesión de su fiscal general, Jeff Sessions, en el Despacho Oval.

La primera de ellas pide “al Departamento de Justicia y el Departamento de Seguridad Nacional que tomen todas las acciones necesarias y legales para romper la estructura de los carteles criminales que se han extendido por todo el país y que están destruyendo la sangre de nuestros jóvenes”, aseguró.

“Una nueva era de justicia comienza, y comienza ahora mismo”, sentenció.

Al firmar la orden, Trump especificó que iba dirigida contra “las organizaciones criminales transnacionales”, como las procedentes de México, aunque no llegó a citar al país vecino.

El texto de la orden ejecutiva, publicado más tarde por la Casa Blanca, tampoco menciona a México; y pide al equipo de Trump que le entregue en el plazo de 120 días un informe sobre los grupos criminales transnacionales, sus filiales y “el grado hasta el que han penetrado en EE. UU.”, un reporte que deberá publicarse anualmente.

No podemos permitir más que (los carteles) operen con impunidad en nuestro país y nuestro continente”,

dijo en su conferencia de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.

“Al contrario que en los últimos ocho años, estos criminales por fin se van a ir a casa (deportados)”, agregó el portavoz, al opinar que no se puede “reducir el crimen en Estados Unidos sin afrontar también la inmigración ilegal y las drogas ilegales”.

El decreto llama a “fortalecer la aplicación de la ley federal” en contra de los carteles y otros grupos “mafiosos”, y a asegurar que las agencias del Gobierno le dan “una alta prioridad y dedican los esfuerzos suficientes a identificar, prohibir, perturbar y desmantelar a las organizaciones criminales transnacionales”.

Ese objetivo incluye “la extradición de miembros de esos grupos para que afronten la justicia en EE.UU. y, cuando sea apropiado y permitido por la ley, la deportación de los extranjeros” que pertenezcan a esos grupos.

La orden pide, además, a las agencias federales que revisen qué leyes o estatutos pueden “aplicarse mejor o ser enmendados con el objetivo de prevenir” la entrada de criminales o narcotraficantes en el país, y cita específicamente la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que es la base de la legislación migratoria en EE.UU.

Además, el decreto instruye a las agencias a “trabajar para compartir más información de inteligencia y aplicación de la ley con aliados extranjeros que combatan a las organizaciones criminales transnacionales”, lo que incluiría previsiblemente a México y otros países latinoamericanos.

Con EFE