Las cifras son parte de un estudio realizado por la compañía Banfield Hospital para Mascotas y difundido por la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad con los Animales (ASPCA).

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“Hoy en día, uno de cada tres gatos o perros en EE.UU. tiene sobrepeso”, señala Kirk Breuninger, director del estudio, que está basado en los datos obtenidos de los 2,5 millones de perros y 505.000 gatos que fueron examinados en 2016 en los centros veterinarios de Banfield Hospital.

El exceso de comida, que a menudo es usada por el dueño como una muestra de afecto, la falta de ejercicio y el hecho de que la obesidad sea algo tan común que no se aprecia bien cuando un gato o un perro está gordo y, por tanto, no se hace nada para que adelgace, son los principales factores de esta epidemia.

Los resultados del sobrepeso y la obesidad para la salud de las mascotas son nefastos, como lo son para los humanos, que sufren estos mismos problemas.

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. consideran que una persona es obesa cuando su Índice de Masa Corporal (el peso dividido por la altura) es de 30 o más. Sobrepreso es cuando la división da una cifra de 25,5 a 30.

Las estadísticas de los CDC indican que el 70,7 % de los mayores de 20 años en EE.UU. padecían sobrepeso u obesidad en 2014. El porcentaje de obesos exclusivamente era del 37,9 %.

Aunque en un perro o gato estar un poco rollizo puede resultar atractivo a la vista, “cargar con ese peso adicional puede tener graves consecuencias”, señala el estudio de Banfield Hospital.

Por supuesto, la presión alta y las enfermedades de corazón están a la orden del día, pero la diabetes, la artritis, el asma, la incontinencia urinaria o problemas dermatológicos aparecen también en la lista.

Los dueños de mascotas no solo deberían impedir que sus animales no engorden por razones afectivas y morales, también hay un motivo económico a tener en cuenta.

De acuerdo con el estudio, los dueños de perros con sobrepeso gastan el 17 % más en atención veterinaria y el 25 % más en medicación que los de animales que están en forma. En el caso de los gatos, los gastos se incrementan el 36 %.

En cifras absolutas, son 2.026 dólares más por año en el caso de perros y 1.178 dólares más en el caso de los gatos.

El remedio básico para el problema del exceso de peso en gatos y perros es el mismo que en los humanos: dieta y ejercicio.

Tan generalizado está el problema que existe ya en Estados Unidos la Asociación para Prevención de la Obesidad en las Mascotas (APPO, en inglés), que concluyó en un estudio publicado a comienzos de este año que en 2016 más del 50 % de los perros y gatos domésticos del país tenía exceso de peso.

También en este estudio los gatos están peor (59 % con obesidad o sobrepeso) que los perros (54 %).

El 34,1 % de los canes tenía sobrepeso y el 19,8 %, obesidad, mientras en los felinos, los porcentajes fueron del 28 % y el 30,9 %, respectivamente, de acuerdo con APPO.

“La obesidad sigue siendo la mayor amenaza para la salud de perros y gatos“, dijo el fundador de APPO, Ernie Ward, quien indicó que están muriendo prematuramente por ese motivo millones de perros y gatos, lo que produce un “inconmensurable dolor y sufrimiento” y decenas de millones de dólares en gastos de salud evitables.

Según las distintas páginas web que existen sobre el tema, la obesidad también está matando a los pájaros que viven enjaulados en los hogares estadounidenses y tienen siempre a rebosar el recipiente para el alpiste u otros granos.

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