Como no tenía prisa, se aguantó las ganas de discutir con un hombre que se le metió en la fila y dicha paciencia y tolerancia le dieron 1 millón de dólares en dividendos: “Supongo que no pelear con el colado me dio buen karma”, dice, contento, citado por UPI.

De camino entre su oficina y su casa, el ganador del premio, cuyo nombre se desconoce, decidió detenerse en la tienda Pak N Save Papamoa para comprar un tiquete de lotería, señala Fox News.

Precisamente, el hombre creyó que el lugar en la fila tuvo que ver con el tiquete que le tocó en suerte. Ahora, con el dinero obtenido, el ganador y su esposa planean comprar una casa nueva.

El ciudadano neozelandés se dio cuenta de que había ganado dos días después, según reporta el New Zealand Herald: “Antes de irme para la oficina le dediqué un tiempo a mirar los números en Internet y no tardé en darme cuenta de que los tenía todos”, comenta el hombre.

Al comprobar que era el ganador, “mi mente quedó en blanco y no podía pensar con claridad. Guardé el tiquete y me fui a trabajar, como si nada hubiera pasado”, narra el afortunado, quien ni siquiera le contó a su esposa.

“Él me contó como quien no quiere la cosa en la noche, cuando regresó del trabajo, y la cabeza nos quedó dando vueltas”, le dijo la esposa a ese medio.

Finalmente, un vocero de la lotería de Nueva Zelanda dijo que el puesto en la fila nada tenía que ver con que este hombre hubiera obtenido el número ganador, pero nunca se sabe.

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