Hussein (Sharakat, no Saddam), de 26 años, había comprado un iPhone para regalárselo a su hermana, en Inglaterra. Sin embargo, ella rechazó el presente y el hombre regresó a la tienda de Apple para que le devolvieran las 799 libras que había costado el teléfono. Allí le dijeron que la devolución del dinero se haría en una transferencia bancaria, informa el medio británico The Sun.

Pese a ello, pasados algunos días el reembolso aún no se había efectuado, por lo que Hussein decidió llamar a la tienda. ¿La respuesta? Tenía que demostrar que él no era el dictador iraquí Saddam Hussein, ejecutado en la horca en diciembre de 2006. El vendedor tenía que estar seguro de que no le estaba vendiendo nada a una persona que estaba en las listas negras del gobierno.

Sharakat dijo al medio británico que no podía creer lo que estaba escuchando, y protestó al ser comparado con Saddam. Ante el problema, Apple presentó disculpas al cliente y se comprometió a resolver el polémico asunto.

LO ÚLTIMO