El descubrimiento se hizo en 2014 en el Hospital general del comando militar de Jinan, en la provincia de Shandong, a donde asistieron la mujer y su madre por los mareos y náuseas que presentaba la joven. Al hacer el examen, los médicos descubrieron que el espacio en el que debería ir el cerebelo, estaba vacío. Lo extraño del asunto es, por supuesto, que la mujer no presentó ningún problema grave o evidente a lo largo de su vida.

De hecho, según el informe de Helen Thompson, citado por New Scientist, cuando se le preguntó a la madre de la paciente si su hija había tenido problemas de movilidad, ella contestó que, en efecto, de niña solo pudo caminar bien al cumplir los 7 años, y fue no capaz de hablar con claridad antes de sus 6 años. Sin embargo, no hubo nada más allá.

Incluso, la mujer está casada, tiene una hija, y su embarazo fue descrito como “normal”. Sus padres no tienen antecedentes de desórdenes neurológicos, y sus cinco hermanos son descritos como “neurológicamente normales”, indica Science Alert.

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Luego del descubrimiento, el espacio vacío fue llenado con fluido cerebroespinal para amortiguar el cerebro y proveer defensas contra enfermedades.

El cerebelo, también conocido como “pequeño cerebro”, está ubicado debajo de los dos hemisferios. Representa alrededor del 10 % del volumen total del cerebro, pero su importancia es fundamental si se piensa que allí están contenidas cerca del 50 % de las neuronas.

Además, de su funcionamiento dependen la mayoría de las habilidades motoras y comunicativas, por lo que no es exagerado decir que el caso de esta mujer china es un verdadero milagro. Pese a ello, los médicos aseguran que, dado que pudo haber perdido el cerebelo a una edad muy temprana, su caso demuestra la gran plasticidad del cerebro humano.

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