“Hoy el mundo es testigo del deceso de un dictador brutal que oprimió a su propio pueblo por casi seis décadas”, expresó el mandatario electo en una nota oficial, quien también sugirió que podría revertir el reciente reacercamiento entre Washington y La Habana.

“Las tragedias, las muertes y el dolor provocados por Fidel Castro no pueden ser borrados”, expresó Trump.

Fiel a la retórica utilizada en su campaña electoral, Trump señaló que “el legado de Fidel Castro es el de los pelotones de fusilamiento, robo, sufrimiento inimaginable, pobreza y la negativa de derechos humanos fundamentales”.

Poco antes, el presidente Barack Obama trasladó sus condolencias a los cubanos por la muerte de Fidel Castro y aprovechó la oportunidad para extenderles “una mano de amistad”.

“Durante mi presidencia, hemos trabajado duro para poner el pasado detrás nuestro”, dijo el mandatario estadounidense a raíz del fallecimiento del líder cubano la noche del viernes a los 90 años. Apenas se supo de la muerte de Castro, Trump trinó: “Castro está muerto”.

AFP