La familia se sorprendió mucho cuando se dieron cuenta de que el animal comía demasiado, exactamente una caja de frutas y dos baldes de fideos todos los días. Eso despertó las sospechas, que se empezaron a confirmar cuando el ‘perro’ empezó a caminar en 2 patas, relata Independent.

“Entre más crecía, más parecía un oso”, dijo la mujer sobre el animal, que en muy poco tiempo llegó a pesar cerca de 500 kilos. Su Yun también dijo que el imparable crecimiento de su mascota la empezó a asustar, y temía por lo que pudiera pasar en caso de que se supiera lo que pasaba en su casa, agrega Newsweek.

A pesar de eso, la familia fue consciente de que tener un oso en su casa era ilegal, por lo que les pidieron ayuda a las autoridades competentes, que se llevaron al animal del lugar, no sin antes sedarlo, intimidados por su tamaño. La mascota ahora está en un refugio, a cargo del Centro de Rescate de Vida Salvaje de Yunnan.

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Los osos negros asiáticos, como el protagonista de esta historia, son una especie protegida en China al ser vulnerables, ya que es bastante común que sean cazados y que algunas partes de su cuerpo sean usadas en la medicina tradicional asiática.

Esta no es la primera vez que en esa misma provincia china hay un caso similar. En marzo pasado, medios locales informaron que un hombre había encontrado y recogido lo que pensaba que era un perro callejero, al que mantuvo en una jaula por algún tiempo. También resultó ser un oso.