Un portavoz del grupo estadounidense anunció finalmente que daba marcha, atrás al considerar las reacciones de su comunidad de usuarios y el “carácter de imagen emblemática de importancia histórica” de la foto censurada.

“Hemos decidido reponer la imagen en Facebook de donde sepamos que ha sido eliminada. También ajustaremos nuestros mecanismos de evaluación (de las publicaciones en la red) para permitir compartir la imagen en adelante”, lo que debería hacerse efectivo “en los próximos días”, precisó este portavoz en un correo electrónico a la AFP.

“La imagen de un niño desnudo sería normalmente señalada de romper las reglas de nuestra comunidad y, en algunos países, incluso podría considerarse pornografía infantil. En este caso, reconocemos la importancia histórica y mundial de esta imagen para documentar un momento particular”, agregó.

En otras palabras, Facebook dice que va a hacer una excepción con la imagen dada su importancia, pero no reconoce que se trate de una forma de censura, lo que es preocupante dado el papel que cumple la red social en la transmisión de noticias, al ser una plataforma a través de la cual se informan de primera mano, por ejemplo, poco menos de la mitad de los habitantes de EE. UU.

Por supuesto, el mismo Zuckerberg ha dicho que Facebook no es un medio de comunicación, sino una compañía tecnológica, pero esto no modifica el control que puede ejercer para determinar qué pueden o no ver los usuarios, analiza el Washington Post.

Considerada un documento histórico y reconocida con el prestigioso premio Pulitzer, la imagen censurada, tomada por un fotógrafo de la agencia Associated Press, muestra a una niña de 9 años desnuda huyendo por una carretera y gritando de dolor y terror, tras un ataque con napalm en su aldea.

Toda esta polémica comenzó hace dos semanas cuando Facebook decidió retirar una publicación del noruego Tom Egeland sobre el tema de la fotografía de guerra, que ilustró precisamente con esa famosa instantánea.

La polémica se avivó cuando usuarios de la red salieron en defensa de Egeland publicando de nuevo la foto, con el mismo resultado: la censura. Y entonces entró la primera ministra noruega, que decidió el viernes desafiar al grupo estadounidense compartiendo también la foto en nombre de la libertad de expresión.

El post de Solberg desapareció a última hora de la mañana, eliminado, según ella, por Facebook.

“Lo que hace Facebook al eliminar fotos de este tipo, por buenas que sean sus intenciones, es censurar nuestra historia común”, reaccionó la primera ministra en una nueva publicación.

La red social trató de justificarse argumentando inicialmente que era “difícil hacer una distinción y autorizar la foto de un niño desnudo en un caso y no en otros”.

Negada a claudicar, Solberg había publicado de nuevo la foto así como otras imágenes emblemáticas cubriéndolas parcialmente con un cuadrado negro para señalar irónicamente el absurdo de censurar fotos históricas.

El mayor diario noruego, Afterposten, había dedicado este viernes su portada a la famosa foto de la niña vietnamita y una carta abierta a Mark Zuckerberg criticando su política de uso.

“Los medios tienen una responsabilidad de considerar la publicación en cada caso. Esta puede ser una gran responsabilidad. Cada editor debe evaluar los pros y los contras. Este derecho y este deber no debería ser determinado por algoritmos creados en su oficina en California”, escribió Espen Hansen, editor del diario.

Para Matthew Stender, del proyecto de observación de la censura en Internet Onlinecensorship.org el cada vez más importante papel de Facebook en la distribución de noticias puede permitirle “imponer las reglas de su comunidad como una base arbitraria y puritana para establecer qué tipo de contenido puede incluido (y excluido) del periodismo que se publica exclusivamente en la página”, dijo, citado por el Washington Post.

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