“Estamos particularmente preocupados por Palm Beach (sureste de Florida). Es la primera zona que será golpeada y eso sucederá en las próximas horas. No queda mucho tiempo”, advirtió Rick Scott en una rueda de prensa.

La potencia devastadora de Matthew azotaba este jueves el archipiélago de las Bahamas, tras dejar al menos 23 muertos en Haití, cuatro en República Dominicana y grandes daños en Cuba.

“Queda poco tiempo”, dijo el gobernador. “Esperamos lo mejor, pero nos preparamos para lo peor”, añadió.

Y anunció que puso a disposición a 1.000 miembros adicionales de la Guardia Nacional, lo que aumenta a 2.500 el total de efectivos preparados para ayudar en las evacuaciones y la organización de los refugios.