Para Eta, España y Francia han demostrado una actitud “más que pobre”, que contrasta con el desenlace del proceso de paz de Colombia, que pone fin a más de medio siglo de conflicto.

El 20 de octubre próximo se cumplen cinco años desde que Eta renunció definitivamente a la lucha armada, después de 40 años de atentados, secuestros y campañas de extorsión en los que se le atribuye la muerte de 829 personas.

La organización armada aprovechó para reafirmarse en la decisión de hace 5 años de buscar la independencia de manera pacífica, y recalca que esta vía es “el único norte de la militancia de Eta”.

En este sentido, pide a sus partidarios “paciencia estratégica”, ya que “la debilidad política de quienes niegan nuestra condición de nación y el derecho a decidir de la ciudadanía vasca es cada vez más evidente”.

Madrid y París insisten en que la organización debe disolverse y entregar las armas. Sin embargo, Eta quiere negociar una amnistía o al menos una reagrupación de presos diseminados por las cárceles de ambos países, una cuestión que debe tratarse “con la urgencia que merece”, según el comunicado de este martes.

Según la agrupación Etxerat, actualmente hay 368 prisioneros ‘políticos’ vascos. De este total hay tres detenidos en el País Vasco, 281 dispersados en 42 prisiones en el resto de España, 79 en 24 prisiones en Francia, uno en Portugal, otro en Suiza y tres recluidos en sus domicilios por razones humanitarias.

El comunicado fue emitido dos días después de unos comicios regionales en el País Vasco, en los que obtuvieron amplia mayoría los dos partidos nacionalistas, el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que pide más autonomía respecto a Madrid pero no la independencia, y EH Bildu, secesionista.

Los socialistas del PSOE y el conservador Partido Popular (PP) quedaron lejos, en cuarta y quinta posición respectivamente. La tercera posición fue para el partido izquierdista Podemos, partidario de celebrar un referendo sobre la independencia de esta región.

AFP

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