Se trata de un moai, que es como se conocen en Chile a las enormes figuras de piedra que le dan fama a la Isla de Pascua. El regalo del papa, sin embargo, era una reproducción a escala, cuyo fin es hacerle un homenaje a la paz, según informa el medio argentino La Nación.
El regalo fue hecho por el escultor Pau Hereveri, nativo de la mencionada isla, y lleva el nombre de ‘Haumaru o te ‘Ao’, que traducido al español significa “paz del mundo”. Los materiales que se usaron para su fabricación fueron basalto y piedra Puna Pau, y coral y obsidiana para los ojos. La escultura mide 1,60 metros.
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El padre Bernardo Astudillo, párroco de la Isla de Pascua, dijo que si bien el presente es para el sumo pontífice, él tiene todo el derecho de decidir si se lo lleva a su casa o si lo deja en otro lugar. Además, dijo que ya dispusieron de toda la logística para que, en caso de que Francisco acepte atravesar el océano con el moai, lo pueda hacer, recoge Clarín.
Por ahora, ningún medio local ha informado si el papa finalmente decidió llevarse la estatua con él. Por lo pronto, y después de despedirse de suelo austral, Francisco pasará los próximos 3 días en Perú, a donde llegó en la tarde de este jueves.
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